¿Te has hecho la pregunta de cómo vender una parte de tu empresa, pero sin dejar de ser propietario de ella? Desde INVERBAC te aseguramos que eso es posible.
En algunas ocasiones, es interesante vender una parte de la empresa, pero seguir siendo propietario de la entidad, ya que el empresario puede obtener beneficios con esa transacción.
¡Entérate de cómo a continuación!
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Vender una parte de mi empresa, ¿cómo sigo siendo dueño?
A veces, la mejor opción no es vender la totalidad de una compañía, sino “desprenderse” de una parte de ella. Esta operación existe en el mundo empresarial con un término en inglés: owners buy-out -OBO por sus siglas-.
Esto quiere decir que el propietario de una empresa puede vender solo una parte de ella, quedarse con el resto de la compañía, y además obtener más dinero del que habría conseguido si vendía el 100% de la firma.
Se trata de una modalidad más que interesante para aquellas empresas de capital privado -private equity-. Se puede lograr porque, en muchos casos, los inversores prefieren que el dueño de la firma siga siendo el mismo, ya que conoce la empresa y sabe lo que es bueno para ella. Esto, a su vez, resulta un incentivo importante para el propietario, porque conseguirá dinero que puede utilizar para reinvertir en la compañía o incluso para hacer otra operación financiera.
Para que puedas entender mejor cómo es esto de vender una empresa, pero seguir siendo el propietario, te pondremos un ejemplo:
- Una persona adulta que está cerca de la edad de jubilarse quiere vender su empresa, pero en vez de venderla en su totalidad, se alinea con un grupo inversor, el cual le compra el 33% de la firma. El dinero que recibe el actual dueño, el 67% restante, se usa en parte para inversiones dentro de la misma compañía.
Gracias a seguir teniendo la mayoría del porcentaje de la empresa, este hombre continúa ejerciendo su rol, pero está más tranquilo los años que le quedan hasta finalmente retirarse.
Una de las ventajas de vender una parte de la empresa es que no importa si el propietario se queda físicamente o no en ella. Es decir, que incluso puede contar con un equipo de dirección competente y un plan de negocio rentable y no tener que dedicarse más a la compañía -o hacerlo solo cuando él quiera, las veces que lo desee y el tiempo que determine-. La tranquilidad de contar con inversores financieros le dará un respiro a este propietario, el cual no se va a desprender por completo de su empresa, pero seguirá recibiendo dividendos.
¿Cómo vender una parte de mi empresa si es una SL?
Cuando hablamos de una Sociedad Limitada -SL por sus siglas- existen algunas limitaciones al momento de vender las participaciones, ya que este tipo de sociedad no cuenta con muchos socios y todos ellos se conocen.
Sin embargo, esto no quiere decir que no sea posible vender una parte de la empresa y seguir siendo propietario. Para ello, es fundamental cumplir con los siguientes pasos:
- Revisar estatutos sociales. En esta documentación -se accede a ella en el registro mercantil- se indican los requisitos para llevar a cabo la venta de participaciones. La norma estatutaria donde se afirma que hay libre transmisión de participaciones a terceros podría considerarse nula.
- Vender participaciones a otros socios. También es posible vender, por ejemplo, tu parte a otro de los socios, a tu cónyuge, o a sociedades que pertenezcan al mismo grupo del socio transmitente. Todo esto, a excepción de que los estatutos digan lo contrario. En este caso no será necesaria la aprobación de la junta de socios.
- Vender a personas externas a la sociedad. Otra alternativa es vender una parte de la empresa a una persona -o varias- que no forman parte de la sociedad. En este caso, hay que verificar las normas estatutarias que regulen la transmisión de participación a terceros. El socio que quiera vender su parte deberá comunicarlo -por escrito- a los administradores, y constar todos los datos necesarios para que se pueda tomar una decisión: cantidad o porcentaje de participación a ceder, participaciones que quiere transmitir, identidad de los que van a adquirir las participaciones, precio de transmisión, condiciones de transmisión, formas de pago, etc.
- Convocar a una Junta General. Cuando el administrador verifica lo anterior, el siguiente paso es realizar una Junta General donde se dará -o no- el consentimiento para la compraventa. La sociedad puede denegar la transmisión, cambiar aspectos del acuerdo, revocar a los posibles compradores, etc.
La ley sobre venta de participaciones es muy extensa y específica, por lo que se puede analizar con alguien que entienda del tema y ver de qué manera hacerla posible para beneficio de todas las partes implicadas.
Siguiendo los pasos indicados anteriormente y contando con asesoramiento profesional, así como el consentimiento del resto de los socios, la operación puede ser más dinámica y rápida de lo que pensamos.
Si tienes dudas o quieres que te ayudemos a vender una empresa sin dejar de ser propietario, contáctanos sin compromiso.
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