Desde hace algunos años, no es difícil observar el gran protagonismo que está adquiriendo el mercado de valores en la cultura europea. Términos como acciones, bolsa y mercado bursátil son cada vez más comunes en conversaciones cotidianas. Y es que imaginar a tu propia empresa cotizando en bolsa y aumentando su valor constantemente fruto de la confianza de inversores de todo el mundo parece algo maravilloso. Pero, qué es una Oferta Pública de Venta?, ¿acaso esto es apropiado para cualquier negocio?
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¿Por qué salir a bolsa?
Realizar una Oferta Pública de Venta es quizá una de las decisiones más abrumadoras que deberán tomar los directivos de una gran empresa; pues podría suponer el éxito más resplandeciente del proyecto o el fracaso más absoluto.
Tras la pandemia, hemos podido observar datos escalofriantes dentro de las empresas. Aunque esto no es nada nuevo, ni siquiera las empresas más exitosas referentes en su sector están exentas de grandes caídas en períodos económicamente inestables. Si empresas como Apple han sufrido caídas de más del 20% en el precio de sus acciones, ¿cómo vamos a poder proteger a nuestros negocios del caos?
- Ejemplos de éxito
- En 2010, la empresa Amadeus realizó una Oferta Pública de Venta a un precio de 12€ por acción. Actualmente, sus acciones superan los 58€, logrando una revalorización del 382% en 12 años.
- Grifols comenzó a cotizar en bolsa a un precio de 2,48€ en el 2006. A día de hoy han aumentado su valor un 708% alcanzando los 19€ en 16 años.
- No podemos perder de vista al gigante Amazon que inició su aventura bursátil a un precio de 1,73 USD en 1997. Después de 25 años, la cifra no ha parado de aumentar hasta los 2135 USD multiplicando su valor x1200.
- Ejemplos de fracaso
- La compañía de supermercados Día realizó su oferta pública en 2011 a un precio de 47 céntimos. En 2015 logró alcanzar los 1,01€. Tras la pandemia, la gráfica ha caído drásticamente alcanzando los 0,014 euros, una devaluación total del 95%; aunque esto no significa que no pueda recuperarse en el futuro.
- De igual modo, la empresa energética Técnicas Reunidas se lanzó al mercado de valores en 2006 a un precio de 17,50€. En 16 años, ha llegado a los 9,42€ con una depreciación del 47%
- El caso de Blackberry es algo curioso, pues en la actualidad el precio de sus acciones es algo mayor al precio de lanzamiento en 1999. Aun así, si tenemos en cuenta su momento álgido en 2008, podemos apreciar una caída del 95% pasando de los 140 a los 5,90 USD.
Ante tanta incertidumbre, ¿por qué querría una empresa “jugársela” realizando una Oferta Pública de Venta?
Básicamente, porque las oportunidades de expansión que pueden resultar de la venta de acciones son totalmente inimaginables. Las razones principales por las que una empresa querría cotizar en bolsa son las siguientes:
- Un poder adquisitivo gigantesco aportado por innumerables inversores
- Exposición y reconocimiento internacional
- Incremento de la liquidez de mercado
¿Qué supone realizar una oferta pública?
Existen varios mercados en los que lanzar una oferta pública. Entre ellos, podemos destacar el Mercado Continuo y el Mercado Alternativo Bursátil. Para no complicar demasiado las cosas, en este artículo trataremos únicamente la OPV en el mercado continuo y, más adelante, haremos hincapié en las alternativas.
Como bien hemos visto, una Oferta Pública de Venta puede ser un objetivo magnífico, pero no podemos olvidarnos de la otra cara de la moneda. Vamos a ver con más detalle cuáles son realmente los sacrificios que se requieren:
- Ceder una parte importante de la participación de la empresa y, por ende, de la toma de decisiones sobre la misma.
- Incoherencia de salida: Si el mercado no está de acuerdo con el precio de las acciones determinado para la OPV, estas se depreciarán de forma inminente.
- Transparencia absoluta: Todo el mundo podrá acceder a los movimientos financieros del negocio.
- Alto riesgo: Los planes podrían no salir como esperabas, ya sea por la falta de interés en tu empresa en el futuro o por una crisis financiera inesperada. La quiebra siempre es una opción que debemos contemplar.
- Coste elevado de salida: No todos los negocios son capaces de acumular una cuantía tan alta de dinero.
¿Cuáles son los requisitos para salir en bolsa?
En este punto, ya conoces los pros y los contras de llevar a tu empresa al universo de las acciones. Si tu ambición es más grande que tus temores, ahora querrás saber: ¿Cuál es el proceso para empezar a cotizar en el mercado de valores? ¡Vamos a verlo!
- Paso 1: Tu negocio debe ser una sociedad anónima en funcionamiento inscrita en el Registro de Valores.
- Paso 2: Debes acumular un capital mínimo de 1.200.000 €. La cuantía debe estar dividida entre 100 accionistas o más sin que ninguno de ellos acumule más del 25% de las participaciones.
- Paso 3: Alcanzar una rentabilidad suficiente durante 2 años seguidos que permita repartir un dividendo del 6% del capital entre los accionistas.
- Paso 4: Debes dirigirte a las sociedades rectoras de las bolsas y entregarles una petición formal de admisión.
- Paso 5: Cumplir con los requisitos de la Comisión Nacional del mercado de Valores superando el proceso de análisis y verificación.
- Paso 6: Por último, estás obligado a presentar los siguientes documentos para dar el gran salto:
- Una auditoría de cuentas.
- Los estatutos de la empresa.
- Los acuerdos sociales de emisión.
- Un folleto informativo sobre la operación.
En resumen, si tienes una empresa que cumple todos con los requisitos para realizar una Oferta Pública de Venta será conveniente tener en cuenta todos los posibles riesgos. Por ello, es necesario tener siempre una buena estrategia orientada al largo plazo, llevar a cabo un planteamiento de todos los posibles escenarios y aprender a presentir el sentimiento del gran público para poder anticiparte a las posibles reacciones del mercado.
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