TIEMPOS DE CRISIS, ¿TIEMPO DE OPORTUNIDADES?
En tiempo de crisis, la tendencia global es el pensar que se reducirán ventas en las empresas y con ello su contabilidad, acabando en el cierre de las mismas, resumiendo muy brevemente. Las deudas se amplían y el pensamiento generalizado es el pesimismo. Por suerte, la realidad es que en situaciones difíciles es cuando se agudiza más el ingenio y los más audaces aprovechan para conseguir esas oportunidades para ampliar, fusionar y así mejorar su empresa.
En momentos económicamente difíciles, se pueden adquirir empresas que tengan ciertas dificultades para sobrevivir a la crisis o incluso entre varias empresas que se encuentren en distintas tesituras económicas pueden encontrar la solución fusionándose entre ellas. Esto puede suceder entre empresas que pertenezcan al mismo sector o incluso de uno distinto para complementarse y mediante la fusión dar lugar a otra empresa mayor y con una versión mejorada.
Al adquirir empresas del mismo sector puede considerarse una buena estrategia ya que, te permitiría ampliar tu estructura y negocio, a un precio menor al valor real en una situación sin crisis. Por otro lado, es una muy buena oportunidad para “atacar” a la competencia y hacerte con ella, ampliando tu negocio y facilitándote el camino hacia el éxito.
No obstante, no hay que olvidar que este puede ser un proceso arduo, y más si se trata de una empresa que tenga un tamaño considerable ya que el proceso se vuelve mucho más complejo.
Actualmente en todas las noticias se habla de la nueva crisis que va a llegar este próximo otoño-invierno. Muchos factores son los que nos proporcionan pistas al respecto, tales como la inflación, la guerra entre Rusia y Ucrania, etc.
A pesar de esto, las fusiones seguirán dándose en situaciones de muy distinta naturaleza.
¿Fusiones: cuándo son más ventajosas?
Hay varias situaciones en las que una empresa se puede fusionar y mejorar, evitando así su desaparición. Cuando una empresa decide fusionarse, mejora. Por regla general mediante una fusión, se adquiere una empresa del mismo sector para ampliar así las instalaciones y recursos. También es cierto que, es una buena ocasión para hacerse con la competencia.
Cuando se produce una fusión, la suma de la primera empresa junto con la suma de la segunda, da lugar a una empresa nueva. Esta tercera empresa es diferente de las otras dos, dando paso a una empresa diferente y con nuevos objetivos.
Por el contrario, cuando una empresa se incorpora a otra, lo hace en unas condiciones muy diferentes y normalmente perdiendo capacidad de decisión, la cual sería asumida por la empresa mayor.
En una fusión no siempre se siguen los mismos pasos que en una incorporación, ya que, en esta segunda, se juega en desventaja. Cuando una empresa se incorpora a otra, automáticamente adquiere el rol de “secundaria”, con lo cual se tiene que adaptar a las directrices impuestas por la empresa mayor.
En la fusión se pueden pactar en mejores condiciones esa operación, siendo igualmente ventajosa para ambas partes.
El proceso de fusión entre empresas puede suponer muchos beneficios para todas las partes implicadas, algunas de las cuales os las nombramos a continuación:
Diversidad: cada empresa se centra en una actividad, diferenciándola esta misma de su competencia. Se verán empresas más especializadas expandiéndose asimismo horizontes.
Incremento de beneficios: la capacidad de mercado queda expuesta a ese nuevo público surgido de las fusiones, de manera que la empresa tiene más opciones de negocio y por tanto con ello, el aumento de los ingresos. Con dicho aumento, se obtendrán más recursos muchos de los cuales se pueden destinar al desarrollo del negocio y por tanto crecimiento de la empresa.
Ampliación del alcance: al fusionarse las empresas, sus clientes y la potencial clientela de ambas se suman, dando paso a un mayor alcance. El público objetivo se amplía considerablemente, proporcionando de esta manera nuevas ventas potenciales y con ellas a su vez, de nuevo el aumento de ingresos.
Rebaja de costes: al fusionarse las empresas, se fusionan con ellas sus objetivos. Es un momento propicio para la reestructuración interna, mediante la cual se pueden pulir procesos y optimizarlos para así minimizar los errores y los costes directos que ellos conllevan a la empresa. Al minimizarlos, permitimos que esta nueva empresa derivada de la fusión pueda obtener mayores beneficios y ganancias con lo cual se podrá permitir reinvertir o incluso plantearse nuevas fusiones con empresas mayores que puedan resultar aún más ventajosas.
Desde INVERBAC siempre vamos a asesorar a tu empresa, ya sea en el proceso de fusión, venta, compra de tu empresa, etc. Todo lo que tu empresa necesite siempre con los mejores profesionales. Te invitamos a que sigas leyendo más artículos de nuestra web para obtener más consejos y estar al día.